viernes, 3 de julio de 2009

viernes tres de julioi de dos mil nueve dieciocho horas y cero dos minutos

Hoy he hecho lo siguiente.

Me he despertado sin despertador a eso de las 9.30.
Me he quedado en la cama dando unas cuantas vueltas.
He cerrado los ojos.
Me he levantado.
He recogido cosas.
He juntado la ropa sucia.
He ido a poner una lavadora.
He vuelto al apartamento.
Me he conectado a internet.
He escuchado la música que escucho casi todas las mañanas.
Me ha entrado desgana.
Me he conectado a facebook.
He perdido un poco el tiempo.
Me ha entrado calor.
He encendido el aire acondicionado.
He pensado que aunque hiciera calor y tuviera la regla tenía que ir a la playa.
He ido a poner la secadora.
He vuelto al apartamento.
He andado en camiseta.
Me he puesto unos vaqueros.
He cogido un libro, la agenda, un boli, el dinero y la llave.
He empezado a caminar pensando que llevaba demasiado peso.
He vuelto al apartamento a dejar el libro.
He bajado a la cala.
He ido andando con el calor y parándome en la sombra.
He escuchado pájaros.
He olido el olor cálido de las higueras silvestres, cargadas de frutos.
Me he parado en la sombra a mirar el paisaje.
Me he acercado a una vaya que tenía, como yo esperaba, zarzamoras.
He cogido un par, porque iba a desfallecer, y me han dado la vida.
Me las he comido con ilusión y estaban riquísimas.
He seguido rumbo a la cala.
He pensado que el camino parecía interminable.
He llegado por fin a la cala.
He creído que el bar estaba cerrado y casi me muero.
He visto que estaba abierto y me ha hecho ilusión.
He visto la desembocadura del torrente en una preciosa cascada.
He ido caminando a la orilla.
Me he descalzado.
Me he hecho un poco de daño en la planta de los pies, pero no ha habido sangre.
Me hemojado los pies en el agua.
He visto que hay piedras enormes y que el agua estaba asombrosamente cristalina.
He visto a clientes del hotel y les he saludado.
Me he ido al bar de la cala, que se llama bar Sa Punteta.
He visto otro caminito por el que ir y he ido, y he visto que es genial para tirarse a bomba en el agua sin romperse la crisma.
Me he sentado en una mesa.
He pedido una pepsi o una cocacola.
Me han traido una pepsi en lata con un vaso.
Me he echado la pepsi en el vaso.
He bebido un sorbo.
Me he levantado a pedir un cubito de hielo.
Me han dado dos cubitos de hielo.
Le he dado las gracias al camarero.
Me he sentado a leer mi agenda que uso mucho como diario.
He leido lo de la plataforma de reflexión y me ha hecho mucha gracia.
He escrito notas a pie de página en mis propios escritos.
Me he notado feliz.
He sonreido.
He escrito.
He descansado.
He estado un rato.
Me he ido volviendo hacia mi casa.
He vuelto a coger moras de las muchas zarzas que me he ido encontrando, pero sólo las maduras.
He dejado muchas moras para otros días.
He vueltto por el camino que he venido en lugar de coger el alternativo.
He visto coches y motos pasar.
He querido comprarme una bici con motor.
Han pasado muchas cosas como estas que ya no me apetece escribir.
He visto a lo lejos a un chico que se llama Víctor.
He visto otro tipo de zarza pero cuyos frutos eran azules oscuro.
He pensado que lo podría probar porque parecían arándanos.
HAn resultado ser arándanos.
Me he comido un par más.
He saboreado las bayas, pero casi me rompo los dientes con las pepitas.
Creo que al chico este que se llama Víctor le vi después de los arándanos y no antes.
He pasado por la casa de un chico que se llama Carles y toca la guitarra.
He caminado un poco más.
He visto un camión mientras estaba cruzando mi calle.
He abierto la puerta de mi apartamento.
Me hequitado los vaqueros y me he sentido libre.
He encendido el ordenador.
He puesto música.
Me ha encantado descubrir una canción que se llama "Cut your hair" de Pavement.
He llamao a casa de mis padres.
Me han dicho que estaban bien.
He hablado con ellos.
Me ha hecho ilusión.
He mirado la página de bancaja.
Me han ingresado la nómina.
He mirado el facebook.
He escrito tonterías.
Me he ido a duchar.
Me he ido a trabajar.
He comido Tumbet.
He ido a recoger la ropa de la secadora.
He doblado la colada.
Me he sentado a hacer cosas en la recepción.
Me ha venido uno a pedirme dos toallas.
Me ha venido otra a pedirme hielos.
Me ha venido otro a pedirme una tirita.
[...]

No han pasado ni veinticuatro horas, y se me está haciendo el día interminable...

1 comentario:

barbaria dijo...

seguro que junto al mar el tiempo tiene otro ritmo. No me importaría tener días eternos para pasear como tú lo has hecho.