jueves, 2 de julio de 2009

mi vida en el pueblo

Me gusta sentirme un poco Heidi, pero la Heidi venida de la ciudad. Heidi de vuelta a una tierra pura y virgen. Heidi encerrada y sola, pero abriéndose interiormente hacia un amplio horizonte en el mar.

Me gusta pensar que no tengo que tengo que tener miedo a ser feliz. Que si no me dicen las cosas, no es porque no las sientan. Que si me las dicen, es porque las sienten. Que a veces me tengo que hacer querer, que otras no lo necesito.

Que Pedro quizá también viene un día a la montaña, que dice que no le invito, que creo que quiere que le quiera un poco.

Me gusta trabajar sola, aunque tenga a mis compañeros alrededor, pero tener mi espacio, hacer las cosas ami ritmo. Me gusta pensar que tengo el mar al lado. Que puedo naufragar por las heladas aguas. Que vivo en una isla de un archipiélago privilegiado.

Me gusta desconcertar y que ya no me dé miedo. Me gusta que el novio de mi novio sea tan guapo. Me gusta que de repente se me ocurran brillantes ideas, y también me gusta de vez en cuando que no estemos al mismo nivel y que se me escapen algunas cosas. Me gusta a veces coger y ser un poco cruel, pero solamente en una justa medida, y que me haya venido la regla de nuevo, y que no haya habido altercados.

El trabajo es relajante, y obviamente no voy a enviar mi currículum a Formentera muy a mi pesar.

Estoy como triste de que Formentera haya sido un fraude. Me ha encantado y cuando estaba allí no hacía más que pensar en con quién me gustaría estar allí, y coger una mini moto, y pasear en barquita, cosas que ahora no son tan lejanas, ni tan descabelladas, casi como que me voy a hacer pirata y que me dedicaré a abordar sutilmente veleros y goletas. Los yates no son lo mío, pero no le haría ascos a ninguno.

Formentera llena de italianos pesados. Vaya desastre. PEro eso lo digo ahora. LA radio y televisión balear. Yo envuelta en mi toalla, con el pelo mojado y el bikini nuevo mojado. Porque ya no me da miedo llevar bikini, aunque esté gorda y morena. Porque he decidido que este año disfrutaré del mar, disfrutaré de amar. Y no me amargaré precisamente... Porque la camarera del Barroco se encarga de srevir garrafón a los demás y a mñi unas caipirinhas de lujo con extra de azúcar de caña.

Un día seguro que tendré que ir a pescar.

Mañana me quiero ir a mi cala.

Ya no tengo ventana, ahora tengo una enorme puerta que de vez en cuando me gusta dejar abierta.

Si grito me hago daño en la garganta, así que me dedico a hablar en voz baja.

No me importa no ser guapa, los guapos son imbéciles. Los feos somos idiotas. Y Julio, Cortázar, en el fondo nos admiraba. Y Julio, Médem, en el fondo los envidia.

A mí me gusta que estés suave. Y yo creo que esa suavidad, aunque estés deshidratada, es perenne. A mí me gusta que no crujas, aunque lo intentes, eres demasiado blanda para ser crujiente. No te puedes partir. No puedes partir. No me abandones. No me dejes aquí. El caso es que de repente ya me había ido, y llamé pronto. Era tan sólo una broma, lo sé.

Ahora me tomo la vida con más tranquilidad. Intento comprender hasta a las personas difíciles de comprender. Tolerar lo intolerable, pasar de las cosas que ni me van ni me vienen. Sí, pero e sigo quejando.

¿Recuerdas de que cuando vine me quejaba todo el tiempo?
Sí.
No me gusta hablar de ello, pero creo que ahora he cambiado.
Sí.
Ay, Yokopatricia... Otra vez en Muro...
¿Quién me lo iba a decir? Tu sentido de la orientación es pésimo.

Oh, claro, sobre todo el de mi orientación sexual... Ah, claro que no. Sí, debe ser que ser oriental es orientativo y que me oriento hacia las orientaciones normales...

Estás aquí al lado y ya te echode menos.

Pero es el sídrome premenstrual, deberías empezar a entenderlo, y el menstrual, y el postmenstrual, es el síndrome de la mujer, a la que no puedes evitar.

Algún día nos diremos que nos queremos tanto que nos tendremos que odiar y entonces nos reiremos tanto que nos volveremos a besar.

Me gusta ser cursi y que ya nada me haga daño, y que mi corazón ahora que está roto en mil pedazos, pueda crecer en todos los lugares por los que heido dejando fragmentos...

y las puertas, se abrirán, y dejarán que corra el aire...

No hay comentarios: