las horas muertas

Hace tiempo que pienso en las horas muertas, o en las horas que tienen que morir. Todo nace y muere, y si ha vivido intensamente, siendo útil, aunque no esté muy a favor de las teorías utilitaristas en muchas ocasiones, si ha vividoplenamente, entonces ha merecido la pena.

A menudo pienso que no sé qué hago por aquí. Pero sé lo que hago. Intento vivir, ser feliz, madurar, y creo que lo estoy consiguiendo. Cada vez que veo algo nuevo, me sorprendo, y me gusta pensar que me estaba esperando, así como todos los rincones del mundo.

Antes quizá me preocupaba, y a veces todavía, de lo que me gustaría hacer en la vida, pero sin hacerlo, explorando las miles de posibilidades, sin vivir ninguna de ellas. Hoy me he propuesto en la medida de lo posible, valga la redundancia, vivir todas las que sean factibles en el momento y lugar en el que esté viviendo, sin importarme demasiado en lo que sucederá después.

Quizá durante mucho tiempo haya estado sufriendo en vando muchas tonterías, niñadas, que desafortunadamente me han nublado sin dejarme ver que en realidad, todo puede llegar a ser como queramos si lo queremos de verdad.

Muchas personas dicen que les encanta que aun en los momentos malos, siga manteniendo la ilusión por la vida, la gente, el amor, la amistad, y yo a veces me sorprendo. Pero soy una persona afortunada, y la vida me ha deparado este destino fortuito, de venir a vivir a una isla, y después a un pueblo, a disfrutar de mí, y a empezar a perder miedos que no hacen más que recorrer cada lugar.

Sentir a las personas es lo más maravilloso que existe, sentir a las personas, a las plantas, a los lugares, a los animales, a las cosas...

El Mediterráneo, ahora lo comprendo todo o casi todo. Se llama así porque está en mitad de la tierra, en Japonés se llama chichyûkai, que significa chi - tierra, chyû - medio-centro, kai - mar. En mitad de Todo, una especie de nada, o en mitad de la nada, un mar, agua, un horizonte lejano, y no se ve nada más allá.

LAS horas muertas, trato que hayan vivido todo su tiempo intensamente, y creo que lo estoy consiguiendo, el sabor de cada segundo, de cada milésima. Me reconcilio con el pasado, para que mi presente se convierta en un pasado memorable, y mi futuro no tenga que rendir cuentas a nada ni nadie.

Si ser feliz es estar tranquilo y conseguir lo que uno quiere, entonces creo que voy por el buen camino.

Al menos, en vez de matar mi tiempo, dejaré que se agote placenteramente...