Probable o posiblemente si buscáis en un buscador cualquiera, os aparecerá un libro de autoayuda best-seller con ese nombre, al menos en castellano.
Resulta que soy un poco escéptica para unas cosas, pero muy supersticiosa para otras, y el título y post de hoy viene a cuento de esto.
Siempre he creído que los libros de autoayuda no sirven para nada, y que solamente son para comerles el coco a las personas que no están bien mental y emocionalmente. Pero llegó el día que cambié de opinión, aunque no es que la haya cambiado realmente, sino que me he puesto a leer este libro.
Es cierto que es un best-seller, y como ello indica, no debe ser muy bueno, creo yo. Es cierto que cuando era pequeña lo vi en la mesilla de noche de mi madre y a esa edad, uno sabe leer pero no sabe entender ciertos significados de algunsa palabras. La portada sin embargo es brutal. Es cierto que hará unos años una amiga de mi madre me lo regaló porque sabía que yo estaba pasando por un mal momento, y no le hice demasiado caso ni a ella ni al libro, eso sí, me gustaba mucho más mi versión porque estéticamente le añadía un tono naranja fosforito que lo hacía destacar de entre mis otros libros. Sí, lo sé, soy más tonta que un pollito. Porque creo que los pollitos son tontos. Aun así empecé a leérmelo y empecé a confesar a ciertas personas que me estaa leyendo el libro solamente por leerlo y porque quería dedicarme a escribir mierdas de esas y ganar millones... Pero lo cierto es que bueno, todavía no he escrito nada, y de millones cero. Empecé a leer y subrayar, y a comentarlo con una amiga, que también, casualmente se lo estaba leyendo, y fantaseábamos con crear nuestra propia secta y aprovecharnos en lo posible, ayudando a que la gente se autoayudase para que estuvieran un poco zumbados y pudieran acudir a nosotras. Pero eso también acabó por fracasar.
Anoche un amigo me dijo que él tenía ese libro. No me lo podía creer, porque es como si me decís que Cortázar se leía estos libros, pero me dijo que se lo había encontrado en la calle, y que le encantó el título. Lo cierto es que el título está guay. Y yo me ponía a pensar, igual hay zonas que están mal, igual tienes manos en vez de pies, bueno a pensar que él pensaría en eso, no en todo este rollo psicomierdoso.
Ahora estoy leyéndolo porue realmente siento que ya no puedo hacer nada. Que quiero pero no saco las ferzas de ningún sitio. Y no es que el libro me ayude, pero sí que es verdad que tiene cosas interesantes que uno se puede aplicar y con éxito salir de ciertos comportamientos negativos.
Por lo pronto me encanta esta reflexión, que es sobre la que parte el libro.
¿Cuánto tiempo vas a pasar vivo? ¿Cuánto tiempo vas a pasar muerto? Pues de ahí que lo poco que estamos vivos tengamos que ser lo más felices posible...Aunque no sé yo si voy a terminar bien de la azotea...De momento el pelo se me cae mucho. Mañana voy al médico porque me sacaron que tenía la prolactina alta y no me lo he vuelto a mirar. Y prefiero que me diga que no pasa nada y que tengo que tomar algo. Y no, que en internet me he metido y he leido que puedo tener una especie de tumor en el cerebro, que puedo ser esteril, y que a ello se puede deber que sea algo parecido a impotente.
Impotente en el sentido de que no puedo hacer nada... Pues vaya...
De momento me he puesto de casualidad a mirar cosas y a tirar lo innecesario y me encuentro con trabajos del colegio, las notas, y demás... Antiguamente tenía futuro, ilusión, hasta sacaba buenas notas...¿Qué ha pasado con todo eso?
Habrá que ir arreglando todo poc a poc, y tomando pequeñas decisiones...
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1 comentario:
Eso es la lluvia, mujer, que hace aflorar los monstruos.
Es cierto que el no hacer nada, el no tener obligaciones o expectativas nos hace sentir mal y la crisis tampoco ayuda a encontrar empleo...
Escribe el libro ese o haz un curso (ocúpate en algo) y recemos para que salga el sol.
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