miércoles, 2 de diciembre de 2009

lluvia por toda partes

ya queda poco para que venga mi hermano, y me hace mucha ilusión. También estoy contenta porque en enero voy a visitar a mis abuelos de Japón. Y después me vuelvo a Mallorca. Con lo cual, todo irá empezando a tomar un sentido.

Ayer me enteré de una cosa que es una tontería, pero me afectó mucho. Y me sentí ofendida, traicionada, y contaminada. Es la típica cosa que te ocultan sin que tenga una menor importancia, y de estas veces que una no es demasiado perspicaz, porque lo suelo ser, pues que cuando me entero me duele. Pero no me duele la cosa en sí, me duele los reproches en torno a.

La cuestión es, un amigo o amiga no tiene derecho a hacer reprohes. Porque los verdaderos amigos dan su amistad sin importar recibir nada a cambio, porque se recibe siempre. A mí lo que me duele, es que me tachen de desleal, de desconfiada, por dejarme llevar por mis sentimientos, ser sincera, y decir las verdades aunque duelan. Otros, prefieren ocultarla, porque piensan que así no hacen daño, pero no tienen reparo en echarte en cara que no es necesaria tu transparencia y sinceridad... Como si su turbiedad e hipocresía fuesen lo más diplomático.

No pude dormir, y le di muchas vueltas. Ahora, no sé si me pedirán perdón porque ni siquiera saben que yo he estado tan dolida por algo que ellos ni siquiera me han dicho y que me he tenido que enterar por terceras personas.

Catalogo de estos comportamientos como de virus irreversibles o cánceres de grado super superior. En el ámbito emocional. Por ejemplo, yo con mis verdades causo heridas, hemorragias, contusiones, que con el tiempo se curan, y a veces puede quedar una señal o pueden nod ejar señal, y se puede volver a vivir con normalidad. Pero sin embargo estas cosas pequeñas que parecen nimiedades, son pequeñas células, o pequeños virus. que acaban desarrollándose sin que uno se dé cuenta. y de repente un día ya no tiene cura.

Yo, este cáncer emocional creo que lo he diagnosticado a tiempo. Y aunque ahora me duela estirpar una parte de mi alma que está corrompida, queda el resto que aún está viva, y puede curarse.

Sin embargo tengo por dentro algo que me duele, pero ese dolor es síntoma de que me estoy curando. No es un dolor que no pueda soportar, pero es un dolor que me hace daño, y tal vez lo que tenga que hacer, es estar un rato tranquila hasta que se me pase. Porque la lluvia puede hacer que se limpie un poco el ambiente turbio que se ha generado alrededor.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Casi siempe se hace más daño por lo que no se dice que por lo que no se calla. Los humanos somos así de animales.

yokopatri dijo...

muchas gracias por el comentario! tienes un blog fabuloso, me gustaría leerlo con mas detenimiento...

Anónimo dijo...

Gracias yokopatri, siempre serás bienvenida. Yo pasaré por aquí a menudo.

barbaria dijo...

hazle caso a este, yoko, que sabe de lo que habla...