Es un cuento lleno de ventajas. La primera ventaja es que cuando el cuento llega al final no se acaba, sino que se cae por un agujero... y el cuento reaparece en la mitad del cuento. La segunda ventaja, y la más grande: que desde aquí se le puede cambiar el rumbo, si tu me dejas, si me das tiempo.
Yo no sé, si estoy cambiando el rumbo, pero no sé tampoco si he caido por el agujero.
Sólo sé que me he reconciliado con todos, y estoy feliz, con todos los que han querido reconciliarse conmigo, entre ellos mi padre, al que probablemente eche de menos. Y mi madre, la gran mamma, a la que echaré de menos.
Mañana los últimos adioses, y el miércoles, jornada de reflexión, trmino la maleta...
y y y y y
el Jueves estaré en Palma...
con mis compis de piso nuevos, y tal vez si hace buen día, busque la heladería de helado sabor a Rosa de Alejandría...
tomaré muchos helados...me compraré una batidora...para hacer gazpacho, y una olla exprézz si no hay en casa...para hacer lentejas y cocido...
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