sábado, 7 de febrero de 2009

qué anillo ni qué anilla...

Bueno pues eso...

Anoche soñé un montón de pesadillas. Daban miedo, de hecho hasta pensé que me iba a morir, pero no, afortunadamente, me desperté, y no pasó nada malo.

Soñé que iba a coger el tren y lo perdía todo el tiempo, que estaba en la estación y no hacía más que equivocarme de vía, que incluso cruzaba por mitad de las vías, pero el tren siempre se iba sin mí. Entonces decidía coger un coche, y yo estaba borracha, como conduciendo drogada, frenética, a una velocidad enorme, en una autopista, en sentido contrario, a punto de estrellarme en cada momento, pero no mor´ía, afortunadamente. Soñé que nadie me abrazaba. Soñé que caminaba sin saber a dónde, que nunca legaba al lugar donde quería, que las distancisa se expandían, que estaba en Mallorca pero que era Madrid, que era Japón.

Ayer me dio una especie de ataque leve de pánico y ansiedad. Hoy me desperté, me puse uno de mis discos preferidos, que tiene una canción que dice...


...tengo ganas de decirte, que me quedo para siempre, ya no hara falta nada, nada es mas que suficiente...


(Laberintos - Amarillo - Vuelve a por mí)

Bueno, pues anduve mucho, triste, por la ciudad, cantando Briggitte...de Los Planetas

A veces quiero estar así, a veces sólo quiero huir, a veces pienso que tan sólo ha sido un sueño, y que aún estás ahí, aún estás ahí...

Pero esta mañana pensé que tengo que seguir siendo feliz, que la vida es un gran tesoro, y que yo puedo disfrutarlo, porque estoy viva...

No hay comentarios: