Madrid permanece nublado, un poco como mi cerebro. Pero con un poco de sol que quiere salir, como mis ideas, que se esconden y se mueren por salir al tiempo que se esconden tímidas. Pero probablemente haya que salir de este aislamiento algún día.
Me he levantado tarde. La manera de disfrutar a los míos, a veces parecen los silencios, los gestos, las sonrisas, las palabras, sueltas, hay poco tiempo para ello, y al tiempo estoy desconcertada. Pienso en volver, pero en Palma estoy y soy feliz, pero no sé durante cuanto tiempo.
Tengo que revoger el pequeño terremoto que he formado en lo que antes era mi habitación, y lo que ahora es la invasión de cacharritos de mi hermano. Ordenador, guitarrras, micro atril y ampli incluidos.
Debo estar enamorada, aunque no lo quiera reconocer, pero de algo muy bello, enamorada de la vida, de mi vida. Por fin aunque sea difusa, empiezo a amarla y desearla, y a querer que siga adelante, con sus idas y venidas.
A veces siento como si me necesitasen cerca, pero no pueo sacrificarlo todo de nuevo, como estuve haciendo antes de irme, y aunque yo les necesite, y mucho, tengo que aprender a volar. Porque estas alas, me vienen grandes, y no las sé usar bien, pero todo es cuestión de crecer un poquito más, y adecuarlas a mí.
Creo que probablemente esta etapa de desempleo y supuesta crisis, que no quiero creer que existe, se terminará y podré demostrar al mundo y a mí misma, que merece la pena...
Bon dia (mi acento es bueno, dicen mis amigos de aquí....jajaja)
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