miércoles, 9 de marzo de 2011

miércoles

Los miércoles fueron durante mucho tiempo mis días preferidos de la semana. Era porque trabajaba con mi padre y solamente descansábamos ese día entero en el restaurante. Una época trabajé todo el día, y no tenía vida social, otra época trabajaba solamente la mitad pero tampoco la tenía, porque siempre estaba muy cansada.

Hoy es miércoles, y sería, es, un miércoles cualquiera si no fuera porque tengo muchas cosas en la cabeza que necesito sacar fuera para que no me den mucho la lata y poder seguir con mi vida normal. A pesar de seguir en el paro y haber trabajado en otros sitios, creo que los miércoles siguen siendo mis días preferidos de la semana. Están en mitad de la semana, no son como los lunes, que te alertan de que empieza una semana más y se acaba de pasar otra, no son como los domingos que te dicen lo contraroi, pero que al igual que los lunes te dejan como un malestar por el cuerpo porque dices, el tiempo pasa y sigo sin hacer nada.

En realidad no es que no haga nada. Yo soy una persona muy autoexigente, y he decidido quedarme a vivir en España, en Mallorca, con lo cual no puedo culpar a la crisis del país, a la crisis del sector o vete tú a saber el qué. Es por eso que siempre me hundo pensando en que no hago nada, pero bueno no sé si para autoconsolarme o porque es verdad, sí que sigo buscando trabajo, y procuro pensar en qué es lo que podría hacer para mejorar mi vida.

He renunciado a unas cosas por otras porque no se puede tener todo. Muchas veces pienso en ellas. Pienso en si no debería ir a por ellas y renunciar estas que tengo ahora. Como nunca he tenido muy claro lo que quería, parece que he cogido lo primero que me ha venido, o algo así. Pero mientras escribo esto, sí, antes no me había parado a pensar en ello, creo que lo que vivo ahora es lo que he querido elegir, y que por eso tengo que seguir luhando por ello, y porque es más difícil tengo que aguantar, y no abandonar que sería lo fácil, sería como no afrontar mis responsabilidades.

Ayer tuvimos una nueva clase con un profesor que resultó ser una persona un tanto surrealista. No me ha dado tiempo a analizarle bien del todo pero me inquietaba bastante porque me recordaba a mi ùltimo profesor de autoescuela. Está claro que no tiene nada que ver con él porque este tío era un puto asqueroso machista facha, pero me acabé sacando el carnet, incluso hubo un momento en el que me compadecí y pensé, quizá es una autocaricatura de sí mismo y no es nada de esto que pienso... Porque siempre disculpo todo. De hecho el profe de ayer no sé lo que dije, ah sí, éramos tres, y dije, es que los demás no han venido porque a veces llegan tarde por trabajo y esas cosasñ y me dijo, Yoko, no tiene sor qué disculparles, llegan tarde y llegan tarde y punto. y empezó a decir delante de todo el mundo que yo era la bondad personificada y que en mí no había nada de maldad. y me dio un poco de rabia, porque pensé, claro como soy buena, soy tonta. Pero no...

El caso es que tuvimos una clase interactiva, muy interesante, que aparentemente parecía un cico, pero en la que aprendimos mucho. El profesor nos propuso un juego. Este consistía en que éramos cuatro grupos, cada uno con un responsable en la unidad de negocio. supuestamente eramos todos la misma empresa y cada grupo un departamento pero la gente ni se molesto en pensarlo. el juego se llamaba GANA CUANTO PUEDAS y había que conseguir el máximo de puntos. pero el áximo de puntos positivos y entre todos... y por avaricia y una serie de cosas, como ignorancia, pues al final acabamos todos con puntos negativos y nuestra empresa a la mierda.

Esto que era un juego se aplica en la vida real no sólo a las empresas sino tamién a los grupos de amigos, familia, asociaciones... no sé, simplemente lo que venía a decirnos este juego es que deberíamos pensar no sólo en nosotros mismos sino también en los que nos rodean y con los que tenemos que estar. algo así como que si todos somos un engranaje de un reloj debemos ir cada uno a nuestro ritmo pero ayudando a los otros o pidiendo ayuda cuando lo necesitemos. y que cuando haya un problemas no lo evadamos o le echemos la culpa al que no esta ahí para solucionarlo, sino ofrecer alternativas y arreglarlo lo mejor posible.

en este aspecto, creo que sería capaz de llevar un negocio, o algo así. bueno, no sé, no puedo pensar que todo el mundo es inútil, que nadie se preocupa por sacar su trabajo adelante, y este tipo de cosas que ayer se vieron en público. de todos los trabajos en los que he estado, menos en el restaurante de mi padre, y no es porque fuera mi negocio, he hecho siempre las cosas lo mejor que he podido, y si me he equivocado he buscado soluciones, y ante todo, he pedido disculpas de antemano y lo he solucionado, sí, no es por echarme flores, pero siempre he solucionado las cosas que he hecho mal, porque todos nos equivocamos, y hay que partir de esa base. La diferencia es que en todos los trabajos, por hacer las cosas bien, me han mirado mal, me han dicho no trabajes tanto que si no yo también tendré que trabajar, me han sugerido que tenían que echarme porque no habpia suficiente dinero para pagar mi sueldo, cuando yo era más productiva que diez de los que tenían allí tocándose los huevos (iba a poner con perdón, pero con perdón de qué, la realidad es la que es) así que aunque debería haberme desanimado hace mucho y pensado que todo es una mierda y que para qué seguir con mi forma de pensar, por el contrario, no pierdo la esperanza, y la revolución comienza en no mismo. tal vez soy una persona idealista pero creo que es posible cambiar... o al menos, no dejarse influir por el hastío general que reina en el ser humano.

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