lunes, 31 de enero de 2011

Un invierno en Mallorca

Mi invierno en Mallorca no sé si se parece o no al de George Sand y Chopin pero sí que es cierto que de tanto en cuanto la humedad me llega hasta los huesos y el frío percibido no es sólo físico sino también emocional.

Lo cierto es que hace mucho tiempo que no escribo. El blog era una vía de escape a los sentimientos contenidos, y no es que ahora no los tenga, pero es verdad que intento guardarme más cosas para mí e interiorizar más las vivencias-expreiencias que voy teniendo.

Cada año que empieza intento hacer un balance del anterior, a medida que avanza el tiempo nuestros deseos y obras van cambiando y evolucionando, aunque siempre tenemos una meta. La mía por lo pronto es ser feliz.

Ser feliz aparentemente es muy fácil, de hecho a mí no me cuesta trabajo, pero por unas cosas o por otras no termino de serlo del todo, y no es que no tenga motivos. Pero me falta algo, y es una estabilidad laboral. Este mes me he quedado sin trabajo, pero era algo que me he buscado, así que debería estar contenta. Simplemente trabajaba en algo que no me satisfacía, y terminé la etapa que me propuse, pero claro, siempre me queda un sentimiento como de derrota.

¿Por qué no soy capaz de encontrar algo medianamente estable?

Nunca pierdo la ilusión, ero es verdad que tengo que poner un poco de mi parte. Salir más a buscar trabajo, trazar una lista de objetivos a corto plazo y aclararme un poco en la cuestión de a qué me quiero dedicar.

En noviembre decidí invertir un dinero en hacer un máster. Ahora me preocupa el poder mantenerme los próximos meses. de aquí a un par tendré paro, pero mis ahorros no dan tampoco para mucho y no los podré estirar. Así que necesito algo para al menos ir sobreviviendo.

Es verdad que el dinero no da la felicidad, pero se necesita al menos para ir sobreviviendo. Me preocupa mucho la idea de no encontrar trabajo y tener que irme a vivir a la calle. Sé que es poco probable que pase, pero me da miedo. Sí, tengo familia, amigos, etc que me echarían un cable, a lo mejor tendría un techo bajo el que dormir o un plato de comida. Pero la cuestión no es esa, la cuestión es que una vez te emancipas, quieres poder ser capaz de resolver por ti mismo todos los problemas.

Tal vez uno de los motivos por el que haya dejado de escribir es porque tengo que dedicarme a sobrevivir y aprender, por ejemplo a solventar estos mini-problemas del día a día. Es como en la Prehistoria y cuando después comenzaron a surgir las primeras civilizaciones. Los egipcios y los griegos, por poner un ejemplo, podían dedicarse a pensar o crear porque había una serie de necesidades que habían conseguido tener cubiertas, y no todos, por supuesto, solamente un sector privilegiado.

Ahora me siento como en una especie de invierno emocional. Una época que he pasado sin crear, viviendo de las reservas, pero en la primavera brotan las flores, es la explosión de la alegría, y es mi única esperanza. Pero por pequeña que es, me anima a seguir adelante.

Es como cuando me he ido a correr un par de días, y me concentro un poco en la respiración, en el bien que me hará, y en que tengo que llegar al final, tarde más o menos, ir cumpliendo pequeños propósitos va haciendo que me sienta mejor cada día.

Supongo que a pesar de mi pesimismo, si me paro a pensar, he ido haciendo cosas, y lo más importante, he crecido como persona, y era algo que me hacía falta.

Muchos de los obstáculos que he tenido, me los he puesto yo misma, así que poco a poco los intento superar o directamente convertirlos en aliados de mi crecimiento.

Así que nada, de vuelta estoy por aquí aunque no sé por cuánto tiempo. Mis planes para el 2011 son encontrar un trabajo que me lene un poco, aprender mucho en el máster, y aprovechar lo que me queda hasta los 30 para pensar como clausurar esta etapa y comenzar la siguiente que venga... me quedan casi dos años...creo que me da tiempo!